El formato es opcional: semipresencial o 100% telemático. El alumno puede elegir acudir presencialmente cuando lo desee. Existen diferentes niveles de formación en acompañamiento. Cada uno de los peldaños de esta escalera de formación se basa en el propio proceso interior, sin el cual la fluidez y eficacia se verían limitadas. Solo es capaz de ayudar a otros en su proceso quien está inmerso en el mismo. Comprender la teoría es parte necesaria pero no suficiente. Es la práctica personal en el propio trabajo lo que permite la eficacia en la ayuda a otros, bien sea en formato profesional o en las relaciones interpersonales de la vida cotidiana.

Este proceso terapéutico se puede considerar dentro del ámbito de la psicología humanista y transpersonal, incluyendo elementos clave de la terapia cognitiva y el enfoque psicodinámico. Para más información consulta la sección de Proceso UNO.

La palabra terapia procede del verbo griego therapeuein que significa servir, prestar atención. Toda terapia es un proceso mediante el cual se sirve a la naturaleza esencial de cada individuo. Es ella quien verdaderamente realiza la sanación psico-física.

Esta naturaleza primigenia ha sido llamada Vis Medicatrix Naturae o fuerza curativa de la naturaleza que se expresa en el cuerpo cuando el sistema inmunitario hace frente a una infección o cuando se detiene una hemorragia. También se expresa en la mente cuando aflora la solución a un conflicto a través de un sueño, una intuición o una toma de consciencia súbita de algo.

Nos referimos a este principio vital como el Ser que en esencia somos, quien irradia su influencia desde el núcleo de la psique hacia toda la experiencia humana. A partir de este centro los pensamientos y sentimientos, emociones, percepciones, intuiciones, fantasías, sueños y recuerdos se organizan de manera coherente y todo adquiere significado dentro del marco de aprendizaje de una vida. Desde la influencia del Ser también el cuerpo tiende a la curación y equilibrio.

El proceso de sanación se puede dar tanto en el ámbito psico-emocional como en el biológico o corporal. En ambos casos el terapeuta o acompañante es, simplemente, un asistente o servidor de esa naturaleza esencial. No es él quien dirige el proceso sino que actúa como un guía que sabe dejarse guiar por el Ser de quien le pide ayuda, el cual es uno con su propio Ser.

El papel del terapeuta es comparable a la ayuda que se puede ofrecer en un parto. Se trata de facilitar el avance de la criatura, ayudando a la madre a abrirse a lo nuevo que está por llegar. Cuanto menor sea la resistencia a su paso, menor será el tiempo y el dolor para el alumbramiento. Cada experiencia de vida es como un parto, un proceso que se puede llegar a vivir con alegría y sin dolor. Seamos o no conscientes, todos anhelamos dar a luz lo mejor de nosotros mismos. Y lo mejor es el amor que emana del Ser y que le hace ser lo que es.

El objetivo profundo de toda terapia es dejar atrás lo que creíamos ser y no somos mientras permitimos que lo que realmente somos se manifieste con naturalidad. Pues el ego o "falso yo” limitado, temeroso, rencoroso y separado que con tanto sacrificio sostenemos sólo nos trae sufrimiento, mientras nuestro Ser, el “yo profundo" y auténtico libre de limitaciones, sólo trae felicidad. Y todo depende de una decisión que tomamos una y otra vez, sin darnos cuenta, en una fracción de segundo…